Bogotá por Luis Saray

“… en su recorrido saquearon una buena cantidad de oro y esmeraldas, luego volverían por más, tras “el Dorado”, mientras, en Hunza capturaron al Zaque Quemuenchatocha y se dirigieron a Sogamoso, donde siguieron robando, violando e incendiado. Ya en territorio chibcha encontraron buenos caminos y se dirigieron hacia el suroeste. En pocos días pasaron por varios poblados, profanándolos, entre ellos Lenguazaque y Suesca. Siguieron por Cajicá, Chía y Suba, principio del Reino de Bogotá, donde tuvieron enfrentamientos con los indios del cacique, que trataba de impedirles la entrada a su pueblo, y divisaron la ranchería empalizada de Muequetá o Bacatá, construida sobre una hondonada cenagosa, que era la capital del Zipa Tisquesusa, en la orilla derecha del río del mismo nombre…”
La corrupción violenta se impuso sobre la cultura Muisca y “Don” Gonzalo Jiménez fundo la ciudad con iglesia que es hoy mi hogar en los Andes, en la sabana de Bogotá, altiplano Cundiboyacense, a 2.640  msnm. En la Cordillera hay ahora un alucínate desmadre, verde y gris en devenir.
A veces amanece un” frio helado” de asfalto húmedo, casi plateado. Ladrillos y jardines de niebla parecen “como que recién llovió” y regeneran la atmosfera bajo preciosos cielos, como es en este país de aire con oxigeno fresco y buenas ondas, donde todo germina en realidad. Si una paradoja es poco: Lo ilegal a veces es un concepto legal no real, que responde a intere$e$ corruptos extranjeros de doble moral, amparados tras un popular velo des informativo, como el que se ve en cnn. Mientras, nos culpan y juegan a la guerra en nuestros frondosos campos donde los títeres violentados a la fuerza son nuestros campesinos manipulados. La Subversión no existe y la guerrilla es narcoterrorismo sin ideología o moral y a servicio de la mafia internacional.
Toca aterrizar… el tal es que cuando uno viene volando y empieza a ver el follaje más verde y casi que huele a hierba fresca no demoran en anunciar que está en Colombia, luego… en la ciudad todo se debate entre bicicletas, en la selva es otra cosa.
… “pero el sol vuelve calentar, el clima y el paisaje es comfort que permite hasta tus vicios de arte y tu cultural amor”…